De repente, el último verano (Los hermanos O'Neil 2), Sarah Morgan

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¡¡Hola holita, lectorcillos! Hacía tiempo que no reseñaba ningún libro por aquí, pero al hecho de que nunca suelo acabar ningún reto se ha sumado todo el trabajo extra de Hercai, así que no he tenido tiempo ni para ir a cardarme el pelo, cuanto más para leer.

Pero como todos los años, ingenua de mí, vuelvo a comenzar el susodicho Reto Rita con ganas y diciendo aquello de: "esta vez lo voy a conseguir". Aunque la verdad que en este 2020 me estoy tomando las cosas con mucha calma, y si salen pues genial, y si no pues nada, estaré como siempre.

Más allá de esta breve introducción, me he aventurado a reseñar este libro porque, a pesar de que no tenía ninguna esperanza con él (y además empecé a leerlo sin ninguna gana), debo reconocer que me ha gustado bastante y me ha quitado el vicio de Hercai durante esta semana, lo cual ya se merece un súper premio.


Primero de todo, éste es el segundo libro de la serie de los hermanos O'Neil. Y diréis vosotras que si yo soy de las típicas que se lee los libros sin importarle el orden. Pues no. Yo soy sumamente perfeccionista en estas cosas. Todas las series me gusta leerlas de principio a fin, del primero al último, y de hecho yo pensaba tonta de mí que este libro era el primero de la serie en cuestión. Según iba leyendo me di cuenta que, probablemente, no fuera así, y al puntuarlo en goodreads corroboré que, efectivamente, se trataba del segundo de la serie.

¡¿Pero qué he hecho?!

Pues nada, el error ya está cometido así que... a lo hecho, pecho. Segunda vez que voy a leer una serie en desorden (la primera fue Harry Potter en mis años mozos y esa tiene todavía más crimen... aunque no fue culpa mía, todo sea dicho).

La historia trata de Sean O'Neil, un cirujano especializado en traumatología, aunque aquí para hacerlo más simple te dicen que se encarga de arreglar los huesos rotos y a tomar por culo. El señorito en cuestión trabaja en Boston y es el típico mujeriego que no quiere una relación seria porque para él lo más importante es el trabajo. De hecho, se ha alejado de toda su familia escudándose en su trabajo, aunque realmente hay un pequeño problema del pasado que no termina de arreglarse. Pero entonces a su abuelo le da un jamacuco, y ya sabemos la importancia de los abuelos en los clanes familiares desde que estamos viendo Hercai, así que le llaman para que acuda a casa. Como es el médico de la familia, entenderá mejor todos esos indescifrables informes que la gente de a pie no comprende.

Sean, necesitamos tu ayuda.

Entre tanto, tenemos a Élise, que es la jefa de cocinas o algo así, y que está en esta familia casi como una hija más. La muchacha en cuestión está en un sinvivir porque el abuelo está como está, que no van a conseguir inaugurar su café a tiempo, y entonces el resort al que se dedica la familia va seguir en la quiebra,... Bueno, bueno, bueno, un drama absoluto. Y entonces se entera de que va a volver Sean a casa y para qué queremos más. Porque aquí estos dos se liaron y de qué manera en mitad del bosque el año pasado.

Anda que no os gusta na, pillines.

Cuando Sean y Élise vuelven a verse, hay un explosión interna que por poco no arde el hospital en ese momento. Pero por supuesto, hay que darle intensidad al asunto y resulta que ninguno de los dos quiere tener una relación seria. Uno porque no puede renunciar al trabajo, y la otra porque tiene traumas pasados. Así que aquí sólo sexo. Ya lo tuvieron una vez, así que nunca más.

Una y no más, Santo Tomás.

Y quién te dice a ti que después de haber catado a semejante maromo vas a a conseguir aguantar a dos velas cuando lo tienes al lado. Un tiarrón fornido, moreno, de ojos azules, que mide casi metro noventa. ¿Me habéis leído bien? ¡Un metro noventa centímetros! Vamos, no sé vosotras, pero yo esas alturas no las veo a menudo. Que como bien me dice Kim, yo soy una jamelga, que yo estoy todo el rato mirando para abajo cuando hablo con alguien. ¿Sabéis el gusto que me da ver a un señor más alto que yo y tener que alargar el pescuezo para mirarle a los ojos? Y poder decirle aquello de "pero qué alto que es usted y qué gusto". Ojjjjj.

Esto sólo me ha pasado un par de veces.

Pues obviamente, a Élise le cuesta lo que no está escrito aguantarse. Y Sean pues no ve la necesidad de aguantarse y bien que hace porque cada vez que la ve le entran unas ganas de afilar la espada que eso no hay deidad existente que lo pueda controlar.

Ha sido sin duda lo mejor de este libro, ese tira y afloja entre los dos, la tensión sexual a cada segundo. No hay exceso de momentos íntimos, y cuando los hay son para meterse en el congelador mientras los lees porque no aguantas la combustión. Y eso que, personalmente, lo que más me ha gustado son los momentos previos, las miraditas, las caricias, el no poder contenerse a la hora de besarse y arrancarse la ropa. Buff...

Yo leyendo los momentos previos al sjkgfsdjkghasdfjkg

Por suerte, este libro no es un Macomber, aunque yo no soy quién para decirlo porque no he leído nada de esa mujer, pero viendo vuestras experiencias en el reto pasado, como que no voy a hacerlo. Aquí también tenemos un pequeño pueblecito o resort dentro de un pueblecito donde se nos presenta a toda la familia de Sean: sus abuelos, su madre y sus hermanos. Obviamente, los otros dos libros de la serie tienen como protagonistas a sus dos hermanos: Tyler, el mayor, y su hermano gemelo Jackson. El hecho de que Sean tenga un hermano gemelo hace que me palpiten todos los poros de la piel. Absolutamente todos. ¿Por qué conformarnos con uno cuando podemos tener dos?

Vivan los gemelos de metro noventa.

Lo que no sé si Jackson va a cumplir mis expectativas. Sabemos que en el terreno físico sí, pero Sean tiene un gran punto a favor: su sentido del humor. Y a mí no hay cosa que me guste más en un hombre que el sentido del humor. Cuando un libro se lee con la facilidad que se lee éste, es súper sencillo pero te engancha por la tensión sexual, y además te ofrece puntos cómicos, pues que queréis que os diga... A mí la verdad me ha venido de fábula tener un libro monoplatillesco en esta semanita.

Por todo eso, le pongo en mi ránking particular...

Sandwichito entre Liam y Jeremy.