El Embarcadero

Llevaba mucho tiempo sin ver ninguna serie en plan veo-todos-los-capítulos-seguidos-de-una-sentada, y la verdad que últimamente tampoco tenía muchas ganas de seriear. Llevo unos meses en los que estoy sumamente enfocada en las reuniones de trabajo y en los exámenes, así que, a lo mucho, puedo leer algún librito justo antes de irme a dormir (que claro, luego viene el problema de que el libro me engancha y me termino durmiendo a las tantas de la mañana).


Es entonces cuando un día viene mi cuñadísimo y me recomienda una serie española llamada "El embarcadero". Que se la han visto en dos días, dice. "Buenísima la serie", cito textualmente.

Así que una noche, en la que no tenía muchas ganas de nada, pensé: "pues vamos a usar el movistar+ éste, que pa algo lo tengo", y ahí que me puse a verla.

El primer capítulo me quedó, y perdón por la expresión, con el culo torcido. La verdad que sí, que ahí pensé que la cosa tenía buena pinta. Augura un thriller medio emocional, psicólogico y con algo de acción (pero sólo un poquito). Por resumir un poco y sin llegar a destrozar la trama por si alguno aún no la ha visto y le pica la curiosidad la serie se centra principalmente en un matrimonio, Óscar y Alejandra (Alex para los amigos). Parecen un matrimonio de lo más feliciano, de estos que desprenden corazones hasta por las orejas (vomito arco iris). Además ambos triunfan en sus trabajos y no tienen hijos, así que imaginaos.

¡¡A vivir la vida padre!!

Pero de repente, un buen día, Óscar se suicida y se arma un quilombo de tres mil pares de narices, y es que el señorito feliz tenía una vida oculta que Alex va a ir descubriendo poco a poco y claro, se le va a quedar el culo más torcido que a mí.

Se ha liado padrísimo

Y ya está.

¿Cómo que ya está?

Que sí, que sí, que ya está. Que la serie no tiene más chicha. Bueno perdón, chicha tiene un rato largo, porque otra cosa no sé, pero sexo tiene para aburrir. Hay tal listado en el menú que es pa mear y no echar ni gota. En la carta de esta serie tenemos: pepinos con almejas, pepinos con pepinos, almejas con almejas, almejas de mal vivir, pistos variados a escondidas, dos pepinos y una almeja, pepinos que se van con almejas teniendo ya a su almeja en casa, fotos de almejas que han pasado por la peluquería,... Una reliquia todo.

De lo que se come se cría

Yo de verdad que no sé que está pasando con el mundo, que ya si no hay almejas y pepinos la serie/película/lo que sea no vende o no interesa. ¿De verdad? ¿Es necesario tanto linchamiento? Una cosita bien narrada y con su tensión sexual nos pone a todos on fire, yo la primera, que hay veces que dejo la casa inundada de babas.

Yo detrás de Daenerys tras sufrir un asdjkghsdajkf

Pero una cosa que ya, sinceramente, no viene ni a cuento, que no tiene sentido de ser, a mí no me gusta. Parece que los guionistas dicen: "¿Qué ponemos aquí, que no se me ocurre na? Pues sacamos un pepino y listo." Pues mira no, no le veo el sentido. Desde hace ya varios años, cada vez que veo el warning de "no recomendado para 18 años" me echo a temblar, y no porque no cumpla con la edad precisamente. Y es que parece que esa advertencia ya sólo significa gore o porno. Pues mira chati, pa perder tiempo en estas cosas prefiero jugar al parchís con mis sobrinos que me lo paso mejor.

Además, considero que a la serie le sobran la mitad de capítulos. Como sólo salen pepinos, almejas y carretas, la historia en sí tarda muuuucho en desarrollarse. Eso y que muchas veces no se contaba nada nuevo o mínimamente emocionante. Y aunque la historia es muy previsible en varios puntos, en sí el argumento no me ha desagradado. Por si fuera poco, te dejan ahí con un final abierto pa que vayas corriendo a ver la segunda temporada, si es que la terminan sacando.

En fin, la verdad que esta serie ha pasado por mi vida sin ton ni son. Sinceramente, no se la recomendaría a nadie (a no ser que os guste el porno) pero tampoco me ha parecido infumable. Quizás debería haber aprovechado el tiempo en otras series que llevan años esperando en mi lista de pendientes y yo sigo ahí sin hacerles ni caso.

Sin más, y de nuevo recordando que ésta es sólo mi humilde opinión, se lleva en mi evaluómetro:

Dos puntos y mucho es.
Toda para ti, Richard.