Prisionera del deseo, Jennifer Blake

Primer libro del #RetoRita2 y debo decir que no ha sido un mal comienzo.

Al principio lo pillé con pocas ganas, y tan solo leí un par de capítulos sin prestarle atención, pues el inicio no logró cautivarme. Sinceramente, no me enteraba de nada de lo que estaba leyendo, no sé si por mi escaso interés inicial o porque la autora no ha sabido cómo hacer un buen comienzo para llamar la atención del lector (salvo ese momento propio de El Zorro o de Batman, según como imagine una la rapidez del susodicho Ravel). Lo dejé aparcado por semanas hasta que vi que febrero se acababa y yo aún no llevaba ni la mitad del libro #COSORROOOOOO



Pero lo cierto es que no me ha resultado difícil de leer, todo lo contrario. La historia me terminó cautivando poco después. Si es cierto que noto algunos momentos algo forzados o quizás un poco simples o infantiles, pero también tengo que pensar en el momento en el que está escrita y ambientada la novela.

Las descripciones de Ravel son las típicas que me gustan a mí de los personajes masculinos. Que si pelo oscuro alborotado, que si ojos oscuros y profundos, que si porte al andar, que si aljgasjkgdhgdj. Me han resultado muy cómicas algunas descripciones del susodicho, comparando sus movimientos como de "agilidad animal". Yo ya me lo veía agazapado entre los arbustos a punto de hacerle el salto del tigre a su presa.


Anya tampoco me ha desagradado como personaje femenino, solo que está siempre metiéndose en el ojo del huracán porque es una maldita vieja del visillo entrometida, y, por ende, también mete en líos a nuestro maromazo. En esos momentos la verdad que te dan ganas de agarrarla por el pescuezo y zarandearla durante horas. Por no hablar de lo TERCOS, CABEZONES, TOZUDOS y en ocasiones TORPES que son los dos.

Claro, que si no fuese por dicha cabezonería, la historia principal entre ellos se habría terminado en dos segundos. Y el juego que dan sus diálogos tampoco habría sido tan entretenido (aunque después de haber leído "El profesor de francés" de la Kinsale creo que no volveré a leer diálogos tan sencillos, relajados y a la vez tan desternillantes y llenos de tensión sexual).

Por otra parte, muy bien descritos los encuentros sexuales, que son tal y como a mí gustan: pocos y sin llegar a vulgaridades, que aquí una servidora ya ha leído varias veces a cierta autora y... Bueno, me callaré porque le tengo estima a vuestra salud.

Se me olvida que, detrás de toda esta historia de amor, hay otra más que lo llena todo de emoción, intriga, ¡dolor de barriga! Realmente a mí me importaba un huevo pito pepino pimiento mierda muy poco toda la historia secundaria. Había momentos en los que me daban muchas ganas de leer en diagonal, especialmente cuando Ravel lleva mucho tiempo sin aparecer o cuando a Anya le da la locura del visillo y se pone en modo Sherlock Holmes.

La escena final me ha gustado tanto que no acababa nunca de terminar el libro, porque volvía a leer los mismos párrafos una y otra vez. Qué le voy a hacer, así soy yo de intensa.

Por esto mismo, le concedo en mi particular evaluómetro...

Siempre es agradable tener un #LiamNeeson en la estantería

1 comentario:

  1. Ostras, leí el mismo, poco me acuerdo... pero estuvo bien mientras duró, de los viejunos, jajajaja

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